Peletear la semilla, aumenta el peso específico del producto final. Esto es un beneficio para varios tipos de siembra, desde esparcirla con la mano a siembras aéreas con avión, resultando en mejores resultados cuando la semilla cae, disminuyendo la deriva por viento y también la capacidad de atravesar otras capas vegetales. Cuando la semilla llega al suelo, esta densidad aumentada, garantiza en mejor manera que el contacto semilla-suelo sea lo suficiente para una correcta implantación,  en comparación a una semilla más liviana.

Una vez en el suelo, los beneficios continúan. La semilla peleata tiene una mayor superficie, lo que aumenta el contacto semilla-suelo, y por lo tanto, las chances de una correcta implantación.

Otra propiedad favorable de la semilla peleteada es que el material de recubrimiento es higroscópico, en otras palabras, capacidad de absorber humedad. Esta propiedad absorbente ablanda la semilla y le provee humedad consistente para una adecuada germinación. Con nuestra fórmula de pH neutro y a su vez capacidad de retener humedad, el peleteo se convierte en un excelente seguro para garantizar el correcto establecimiento de su cultivo.

Las ventajas descriptas anteriormente son también válidas para las leguminosas. Sin embargo, se puede resumir en una sola palabra la gran ventaja de peletear leguminosas: Nitrógeno

En casi todo escenario donde se usan leguminosas -ya sea producción de forraje, cultivo de cobertura, vida silvestre, o polinizadores- el máximo potencial esta directamente relacionado con su capacidad de fijar nitrógeno. Dado que las leguminosas pueden captar el nitrógeno, disponible y gratuito, de la atmósfera y fijarlo en el suelo. Para ello es clave que se produzca la nodulación en sus raíces. Eso sucede si hay presencia de una adecuada población de bacterias rhizobium para infectar sus raíces.

A diferencia de los métodos de inoculación tradicionales que son engorrosos y desordenados, nuestro proceso Nitro-Coat® ofrece la semilla lista para sembrar y pre-inoculada.

Cultivos de Cobertura

La cantidad de nitrógeno que se beneficia de un cultivo de cobertura es directamente proporcional a la capacidad de las plantas para maximizar los nódulos de fijación de nitrógeno en su sistema de raíces y generar abundante biomasa rica en nitrógeno. Es fundamental en estas aplicaciones que cada semilla de leguminosa comience con una gran población de rhizobium vivo listo para trabajar. Esto se convierte en cientos de libras de nitrógeno atmosférico fijado por acre, en comparación con semillas naturales o mal inoculadas.

Forraje

Nitrógeno implica proteínas. El propósito de las leguminosas en una mezcla forrajera, ya sea para pastoreo o henificación, es producir alimento rico en proteínas. Como se mencionó anteriormente, el máximo potencial se alcanza cuando las plantas son capaces de producir abundantes nódulos captores de nitrógeno. Para ello se requieren Rhizobium específicos según la especie de la leguminosa. El proceso Nitro-Coat® asegura que se utiliza el Rhizobium correcto para cada especie.